A lo largo de la vida hacemos muchas tonterías que se interponen en nuestra felicidad. Es humano, pero tienes que dejar de hacerlo inmediatamente.
Deja de pasar tiempo con la gente equivocada
La vida es demasiado corta para pasar tiempo con personas que te chupan la energía y la alegría. Si alguien te quiere en su vida, te da espacio, no tienes que luchar por el espacio. Mejor pasa tu tiempo con aquellos que siempre están a tu lado cuando te sientes mal, no sólo cuando te sientes bien.
Deja de huir de los problemas
Mírate en el espejo y aborda los problemas que tienes. No va a ser fácil. Pero todos los tenemos, y no somos capaces de resolverlos todos, porque nadie es perfecto. Pero tenemos que enfrentarnos a ellos en lugar de huir de ellos, y entonces tenemos que adaptarnos. Porque podemos.
Deja de poner tus propias necesidades en último lugar
Ama a los demás, ayuda a los demás, pero no te olvides de ti mismo. Quiérete y ayúdate, y haz algo que te importe a TI.
Deja de pensar en el pasado
No puedes empezar el siguiente capítulo de tu vida si no terminas el anterior. Deja atrás el pasado: es posible y necesario. Todos hemos cometido errores en el pasado, pero tú no eres tus errores, así que sigue adelante y da forma a tu futuro.
Deja de tener miedo a cometer errores
Hacer algo es cien veces mejor que no hacer nada. Detrás de cada éxito hay un montón de errores, así que cada error lleva al éxito.
Deja de pensar que no estás preparado
Nadie se siente nunca preparado al cien por cien cuando llega un reto. Las oportunidades realmente grandes suelen estar fuera de tu zona de confort, por lo que de todos modos no te sentirás cómodo al principio. Así que: ¡Ve a por ello!
Deja de compadecerte de ti mismo
Los retos de la vida están ahí por una razón: para cambiar el camino que sigues en una dirección mejor. Reflexiona sobre las cosas que han pasado y que has superado. Al final, te han llevado a un lugar mejor, ¡así que sonríe!
Deja que los demás y tú mismo vean que hoy eres más fuerte que ayer. (PD: Sonreír puede engañar a tu cerebro para que piense que eres más feliz)
Deja de guardar rencor
No vivas la vida con rencor en tu corazón. Perdona a los que necesitan ser perdonados. Perdónate a ti mismo, déjate llevar y estate en paz. Perdonar no es lo mismo que decir que lo que ha pasado está bien, sino que es dejar pasar las cosas y no insistir en ellas. Mantén la cabeza alta y no dejes que te arrastre.
Deja de pasar por alto la alegría de los pequeños momentos
Disfruta de las pequeñas cosas, porque un día mirarás atrás y te darás cuenta de que en realidad eran grandes cosas. La mayor y mejor parte de tu vida serán los pequeños momentos sin nombre que pases con alguien a quien amas, cada día.
Deja de fingir que todo está bien cuando no lo está
Está bien no sentirse bien todo el tiempo. A veces la vida se desmorona un poco. Así que sé sincero y di “no” cuando alguien te pregunte si estás bien. Cuanto más reconozcas tus sentimientos, más rápido volverá la sonrisa a tus labios.
Deja de preocuparte todo el tiempo
La preocupación no quita las cargas de mañana, pero sí la alegría de hoy. Cuando te estresas y te preocupas, siempre es innecesario. Pregúntate a ti mismo: ¿Ayuda la situación si me preocupo? ¿Importará esto dentro de unos años? Si no, no merece la pena preocuparse. El estrés tiene un efecto negativo directo sobre nuestra sensación de felicidad y nuestra salud en general. Detente y exhala.
Deja de ser desagradecido
Tanto si te sientes bien como si te sientes mal, levántate cada mañana y agradece tu vida. En algún lugar, alguien está luchando por lo suyo. Cuida tu vida y apréciala. Cada noche, al acostarte, intenta dar las gracias por cinco cosas que hayas disfrutado en tu vida y te despertarás más feliz.