Más de 30 años tras estrenar Europa, Europa (mil novecientos noventa), historia que narraba la estremecedora experiencia de un escritor alemán de origen judío que logró subsistir al exterminio nacionalsocialista, la veterana Agnieszka Holland vuelve a mirar otra vez al viejo continente con dolor, rabia e impotencia en una película sobre los asilados de Medio Oriente y África que procuran llegar a la UE y son maltratados en la frontera polaco-bielorrusa como si fueran una pelota de tenis que absolutamente nadie desea en su país, atrapados en un ciclo de expulsiones sin fin de uno a otro lado de la frontera.
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