Un partido trabajado para otra final soñada: la quinta de un Masters 1.000 de su carrera. Alcaraz superó la pasada madrugada al polaco Hurkacz, un rival que se lo puso aún más difícil que hace una semana en Toronto. El número 1 necesitó tres sets (2-6, 7-64y 6-3) y superar una bola de partido para citarse en la final con el ganador del Zverev-Djokovic que se disputaba avanzada la madrugada en España.
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