Alemania sostiene la tensión hasta el último momento al presionar a la Comisión Europea para que se comprometa a permitir la venta de turismos que funcionan con comburentes sintéticos desde dos mil treinta y cinco a cambio de su ‘sí’ a la regulación que prohibirá los automóviles diésel y gasolina desde ese año. El voto del Gobierno germano es fundamental puesto que Italia ha mostrado su rechazo al plan acordado -y ya avalado por el Parlamento Europeo- del mismo modo que Polonia y Hungría. Lo que desea el Ejecutivo de Olaf Scholz es que Bruselas le dé una garantía de que los combustibles sintéticos se queden fuera de la prohibición, conforme han publicado medios como Bloomberg, que recoge una entrevista al ministro de Transporte, Volker Wissing. El político alemán reprochó a la Comisión Europea que no hiciese una propuesta sobre los carburantes sintéticos y advirtió de que sin ella Berlín no podría dar su aprobación al plan completo en la asamblea prevista el próximo 7 de marzo.”El uso de materiales respetuosos con el tiempo [los e-fuels] en los automóviles debe ser posible de forma permanente. Tenemos una gran flota existente que precisamos para reducir las emisiones”, expresó el ministro de Transportes, Volker Wissing….
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