Las subidas de las clases de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) suponen un duro golpe para familias y empresas endeudadas o que necesitan financiación. Y que están padeciendo simultáneamente el daño de las subidas de precios. El principal dique de contención hoy en día es la fortaleza del mercado laboral, y el BCE aun asume el peligro de derribarlo. Su prioridad es bajar la inflación. Eso ha quedado claro. Mas, ¿la agresividad de esta estrategia favorece a alguien?
Los incrementos de los modelos favorecen directamente a los acreedores. O sea, a los que se les debe dinero, por el hecho de que aumentan la factura de sus deudores. Por poner un ejemplo, los bancos reciben más de las familias hipotecadas o de las compañías con préstamos. Mas también los bancos, los fondos de inversión o las compañías aseguradoras reciben más de los países a los que han comprado su deuda.
Y si esta relación se lleva precisamente a los estados, en la eurozona son Alemania, Países Bajos o Bélgica las primordiales economías con posición acreedora (al conjunto de sus agentes públicos y privados se les debe más…