Alemania persiste en su idea de recortar la ambición de la reforma de las reglas fiscales europeas. Admite que haya planes nacionales de ajuste para cada país, mas desea ponerles límites: un ajuste mínimo equivalente al 1 por ciento del PIB en los países con más deuda y una regla que limite el desarrollo del gasto. Encoge, de este modo, los trajes conforme planteaba la Comisión Europea para rebajar los inmensos pasivos públicos alcanzados con la yuxtaposición de 3 crisis sistémicas en los últimos 15 años (financiera, pandemia y guerra). “Las ideas actuales de la Comisión deberían corregirse a fin de que los planes fiscales a medio plazo conduzcan a una minoración de los elevados ratios de deuda en cada año”, sostienen los alemanes en un documento remitido por Berlín a Bruselas.
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