“Estoy aquí por el hecho de que soy negro”. Las primeras palabras del comediante Jerrod Carmichael rompieron el hielo y se refirieron al elefante en la sala, la polémica que marcó el año pasado los Globos de Oro. El comunicador arrancó la 80ª edición de los premios con un monólogo mordaz que dejó boquiabiertos a muchos, entre ellos Brad Pitt. Explicó el problema moral que vivió en el momento en que un productor lo llamó representando a los organizadores para, fundamentalmente, lavarle la cara a una organización en inconvenientes por su falta de diversidad. “Yo no diría que son racistas, pero no tenían un solo miembro negro antes que muriera George Floyd. Voy a dejar que juzguen ustedes”, afirmó Carmichael, quien reveló que cobró quinientos mil de dólares por pararse allá esta noche de martes. “Tomé este trabajo pensando que no han alterado demasiado”, dijo a forma de puntilla. El espectáculo en Hollywood debía seguir.
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