Vista exterior del Palacio Ducal de Venecia, en el norte de Italia, el martes 6 de diciembre de 2022. El Palacio Ducal, corazón de la vida política de la República de Venecia durante siglos, está siendo sometido a un importante reconocimiento de su estado de conservación por parte de la Fondazione Musei Civici del municipio de Venecia que incluye la restauración urgente de sus pinturas e infraestructuras, cuya finalización está prevista para el verano de 2023. (AP Photo/Domenico Stinellis)
VENECIA, Italia (Informa AP) – Restauradores de arte de Venecia están llevando a cabo un ambicioso proyecto de supervisión para analizar e intervenir con prontitud en valiosas obras de arte y elaborada ornamentación en un emblemático palacio veneciano que estuvo en el corazón de la vida política de la poderosa República marítima de Venecia.
El proyecto en el Palacio Ducal, gestionado por la Fondazione Musei Civici de Venecia, comenzó en junio y durará aproximadamente 14 meses, mientras los restauradores examinan cada centímetro de las superficies del palacio -conocido como Palazzo Ducale-, que contiene algunas de las obras de arte más magníficas del mundo, incluidas pinturas de Tintoretto y Tiziano.
El gobierno italiano ha financiado el proyecto con 500.000 euros.
Utilizando andamios móviles, para poder trabajar en pequeñas partes a la vez y dejar el espacio abierto a los visitantes, los restauradores suben y bajan cada día por una serie de escaleras hasta los techos, donde sus herramientas incluyen cepillos suaves y jeringuillas.
En la Cámara del Gran Consejo, una de las pinturas más grandes del mundo, “Il Paradiso” de Tintoretto, de unos 150 metros cuadrados (1.600 pies cuadrados), el restaurador Alberto Marcon está trazando la superficie centímetro a centímetro (pulgada a pulgada) señalando las partes deterioradas que requerirán intervención o restauración.
La información se incorporará posteriormente a una base de datos que ayudará al equipo a decidir no sólo dónde es necesario intervenir con pequeñas operaciones o dónde se requiere un mayor esfuerzo de conservación, sino también a supervisar el estado de conservación de la obra de arte a lo largo del tiempo.
Al otro lado de la cámara, otro restaurador trabaja en un elaborado friso alrededor del techo, quitando el polvo de la pintura, buscando pintura descascarillada y deterioro. En la cercana Sala de los Diez, un restaurador inyecta cuidadosamente pegamento en la ornamentación de madera dorada para protegerla del deterioro.
La directora del proyecto, la arquitecta Arianna Abbate, explica que un proyecto que da la máxima prioridad a la supervisión del arte, dedicándole tiempo y fondos considerables, es casi inaudito. Esta “conservación preventiva” podría ser “la nueva frontera de la conservación”, afirma mientras permanece de pie en el andamio junto a “Il Paradiso”
Abbate afirma que su labor principal es visual y táctil, pero también incluye la supervisión con técnicas magneto-materiales, endoscópicas, fotográficas y multiespectrales.
En algunos casos, el deterioro es tan grave que es necesario intervenir de inmediato, por lo que el equipo ha instalado un estudio temporal en la capilla privada del Dux, donde los restauradores pueden trabajar en las pinturas individuales.
Una vez que se haya completado todo el trabajo, otros grupos, como la organización estadounidense sin ánimo de lucro Save Venice, intervendrán para ayudar a financiar la restauración que se considere necesaria.
La humedad y el agua salada de Venecia, una ciudad de 1.600 años de antigüedad construida sobre una laguna con sus antiguos palacios conectados por canales, es especialmente dura con la arquitectura y las obras de arte. El Palacio Ducal se encuentra en el borde de la Plaza de San Marcos frente a la laguna con un canal que corre por el lado.
