Desde el Steve Jobs Theatre, en Apple Park (Cupertino, California), la compañía más valiosa en bolsa del mundo se viste con sus mejores galas para acoger uno de los primordiales acontecimientos tecnológicos del año: la jornada inaugural de la Conferencia de Desarrolladores de Apple (WWDC). En pocos minutos, desde las 19:00 horas, la rumorología cederá su estrellato a los anuncios oficiales a los planes inmediatos del grupo. Se aguardan sorpresas en hardware, software, servicios y estrategias. Hasta el instante se aventuran novedades en el porfolio de ordenadores y portátiles. También se aplaudirá las actualizaciones de los sistemas operativos que regirán los iPhones, iPads, Apple Watch y Macs y, posiblemente, podría generarse el alumbramiento de los primeros visores de realidad virtual, aumentada y mixta de la compañía de California, presumiblemente los Apple Reality Pro. De convertirse todo lo anterior en realidad, Apple penetraría formalmente en el metaverso, ese ambiente digital e inmersivo que desde hace meses languidece, ajeno por fuerza arrolladora de sus comienzos hace año y medio. Tanto Meta como Microsoft festejarán una jugada que por el momento parece limitada para un público muy elegido. En espera de la confirmación, los analistas estiman que el coste de las primeras unidades rondará los tres mil euros.
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