La derogación de la sedición y la rebaja de la malversación son solo una parte del camino. El próximo año debe ser el del acuerdo entre Generalitat y Gobierno para “dar voz a la gente” sobre el futuro político de Catalunya. Así lo ha expuesto el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en el discurso institucional que desde que asumió el cargo pronuncia por Sant Esteve, festivo en la comunidad.
El discurso navideño del president llega en plena resaca por la reforma del Código Penal y sus opuestas interpretaciones en Madrid y Barcelona. Mientras Moncloa la valora como la solución definitiva al contencioso catalán, en la Generalitat la ven tan solo como una parada en un trayecto que debe terminar sí o sí con algo parecido a una votación sobre la autodeterminación, extremo que el PSOE lleva tiempo rechazando.
Lejos de dar carpetazo al asunto, Aragonès ha remarcado que el conflicto “existirá” hasta que no se dé cauce al mismo desde la política. Una respuesta que no pasa por retomar la vía unilateral, sino por “abrir una nueva fase en la negociación y encontrar una solución al origen del conflicto político y a la incapacidad del Estado de dar respuesta a la amplia mayoría de catalanes que quiere decidir su futuro democráticamente”, ha aseverado el president.
Aragonès ha insistido este lunes en la propuesta a la canadiense del Acuerdo de Claridad, que ya esbozó al inicio del curso político y que no entusiasmó al Parlament. Socialistas y Junts, entonces ya con un pie fuera del Govern, lo rechazaron. Pero a juicio de Aragonès este acuerdo sigue siendo la mejor manera de resolver el contencioso catalán.
En 2023, ha insistido el…