La Mediterranean Shipping Company, más famosa como MSC, es la naviera más grande del mundo, con una flota que representa casi veinte por ciento de todo el comercio marítimo de contenedores. Es de las pocas empresas del campo importantes que no cotiza en bolsa y, aunque publica los estados financieros de su línea de cruceros, no de su negocio de carga. Además, es el primordial empleador de marineros de Montenegro con cerca de 2.250 tripulantes de los seis mil que hay en ese país. Una combinación de factores aparentemente inofensiva que, no obstante, terminó saliéndole carísima a la compañía, puesto que fue la que hizo que el cártel de contrabando de cocaína de los Balcanes decidiera infiltrarse en ella para hacer sus actividades delictivas. Esta es la historia de cómo sucedió.
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