La tumba de Fernando Buesa, político socialista asesinado por ETA en el año dos mil, ha aparecido esta mañana atacada con pintura y heces, apenas veinticuatro horas una vez que el monolito en su recuerdo fuera vandalizado. Estos ataques han merecido el rechazo de todos y cada uno de los grupos políticos con representación, incluido EH Bildu, que por medio de Arnaldo Otegi ha considerado “inadmisibles” estos ataques.
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