Suenan en calles, en tiendas, en salas de esperas. “Pero mira de qué manera beben los peces en el río, mas mira cómo beben por ver al Dios nacido”; o “25 de diciembre fun, fun, fun”. Cualquier sitio es bueno para enchufar el altífono y poner villancicos. Pero cuidado, entre zambombas y panderetas es fácil olvidar que muchas de estas canciones, como cualquier creación artística, están sostienes a derechos. “El espíritu navideño no ablanda los requisitos demandados por la ley”, advierte Violeta Arnaiz, letrada y directiva del Área TMT, Propiedad Intelectual y Software del bufete de abogados Pons IP.
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Vecinos en Vigo que no duermen
En Vigo, una plataforma vecinal ha registrado una petición en la plataforma Changes.org para quejarse de la nueva zona de ocio navideña instalada en el centro de la ciudad. Los villancicos, los ruidos y el bullicio no les dejan hacer una vida normal y denuncian que “durante 3 meses no podemos reposar, convivir o trabajar como lo hacen los demás”. Antonio García, letrado experto en conflictos por ruidos, lamenta que, en casos así, las administraciones olvidan que lo que está en juego es la salud y “los derechos fundamentales de los vecinos”, singularmente cuando son ruidos “excesivos y continuos”. ¿Cómo actuar? “En caso de molestias, hay que solicitar al ayuntamiento que se proceda a inspeccionar la licencia”. Si no se cumplen los límites legales, la administración está obligada a actuar.