Los conflictos en materia laboral no terminan el día que un trabajador es despedido, no recibe su salario o tiene un accidente de trabajo, sino todo lo contrario. Esos sucesos suelen ser, en el mejor de los casos, el primer día de un largo periodo en los tribunales si el empleado decide reivindicar sus derechos ante la jurisdicción de lo Social, que es la encargada de estos temas. Este tipo de conflictos judiciales tiene unos tiempos de espera solo para la celebración del primer juicio, sin contar su resolución ni posibles recursos, de alrededor de siete meses en los casos urgentes y casi un año de media en el resto.
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