Banco Bilbao a Banesto, Gas Natural a Endesa o BBVA al Sabadell, entre otros. La historia de las opas hostiles en España no es muy extensa pero sí muy recordada. Cuando una compañía quiere comprar otra que cotiza en Bolsa, pero la cúpula se niega a negociar o ni siquiera se intenta cortejarla, puede lanzar una oferta directa a todos los accionistas y confiar en que estos lo acepten sin que los directivos puedan hacer mucho por evitarlo. Por eso se llama opa hostil. El BBVA acaba de lanzar una al Sabadell y ha levantado ampollas no solo en el consejo del Sabadell, sino también en el Gobierno, empresarios catalanes, grupos políticos y sindicatos. El banco repite como un mantra que se trata de una operación tremendamente atractiva para todos los grupos de interés. Pero, entonces, ¿por qué esta opa hostil resulta tan hostil?
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