La organización internacional Fundación Igualdad Animal ha investigado más de ciento cuarenta granjas de producción de leche para poder mostrar a la sociedad prácticas estándar de esta industria ignotas por los usuarios. Con los durísimos resultados de sus investigaciones (incontrovertibles pues disponen de una ingente cantidad de pruebas gráficas recabadas en granjas de todo el mundo, también en España), Igualdad Animal publica ahora un vídeo-demanda como respuesta a a la campaña ‘Yo Tomo Leche’, lanzada últimamente por Central Lechera Asturiana, esa empresa de explotación animal que en su publicidad engaña con imágenes de verdes prados y sonroseados carrillos, y no expone nunca, claro, las condiciones de vida que han de aguantar la vacas usadas para la producción de leche y la multiplicación de dividendos.La entidad animalista ha lanzado además de esto la campaña #¿BebesLeche? en redes sociales para dar a conocer estas prácticas de la industria láctea y crear conciencia sobre el maltrato que sufren los animales. Todas y cada una estas prácticas no son algo aislado, son la realidad contidiana de una industria basada en la atrocidad. Una industria que cada vez se ocupa y preocupa más por amoldar su publicidad a los debates abiertos en la sociedad pero que en realidad es incompatible de raíz con la más mínima demanda de “bienestar” animal. Al igual que el resto de los mamíferos, las vacas solo generan leche tras dar a luz para nutrir a sus crías. La industria láctea tras el parto separa a las vacas de sus terneros para comercializar su leche. En España, la mayoría de las crías son separadas de sus madres en las primeras veinticuatro horas de vida, lo que provoca un estrés extremo tanto a la madre como a la cría. Igualdad Animal ha grabado en múltiples ocasiones a vacas madres y a sus terneros recién nacidos llamándose y buscándose…
