La resolución del Tribunal Constitucional de inmovilizar la votación del Senado sobre la reforma del Código Penal para modificar la fórmula de elección de los miembros del CGPJ, era un escenario que no se contemplaba en Moncloa, que esperaba que el Alto Tribunal resolviese en contra de los recursos del PP. La resolución, lejos de gustar al Gobierno, va a ser respetada, como cualquier decisión de la Justicia. Pero, no obstante divide a su vez a un Ejecutivo fracturado por cómo actuar ante este paso.
En el ala morada trataban de marcar el rumbo y de presionar al Partido Socialista Obrero Español desde…