Bruselas avala el plan presupuestario del Ejecutivo español. Pero este un aprobado que podría calificarse de momentáneo porque va acompañado de una advertencia muy clara: la situación fiscal española es “desafiante” o “muy difícil”, subrayan fuentes comunitarias. Las mismas que reclaman al nuevo Gobierno un plan riguroso para reducir el déficit y la deuda pública. “Claramente, habrá necesidad de establecer una estrategia fiscal creíble a medio plazo”. Además, el examen de Bruselas también tiene un alto componente de provisionalidad, porque el proyecto de presupuestos generales todavía no ha sido aprobado y las líneas básicas de las cuentas enviadas a la capital comunitaria en octubre pueden cambiar mucho cuando lleguen en su forma definitiva. Por eso, los técnicos de la Comisión Europea reclaman que cuanto antes “el nuevo gobierno mande un borrador de presupuestos actualizado con el que se espera que adopte el Congreso.
Seguir leyendo