Bruselas prepara el terreno para la salida de la UE del Tratado de la Carta de Energía que acoraza las inversiones en comburentes fósiles y que está desfasado. Primero fueron países como España, Francia, Italia o Países Bajos los que anunciaron su retirada y después los 27 no fueron capaces de llegar a un pacto para modernizar el tratado, que quedó en el aire. Ahora la Comisión Europea ha mandado un non-paper -documento de trabajo en la jerga comunitaria- en el que plantea a los estados miembros los escenarios que quedan abiertos dadas las circunstancias, si bien apuestan frente a los infructuosos intentos por venir a un pacto por la salida coordinada y conjunta del tratado.
El tratado se puso en marcha en el año mil novecientos noventa y cuatro para resguardar las inversiones en infraestructuras energéticas en los países postsoviéticos, concediendo extensas protecciones a los inversores frente a las intervenciones públicas. El año pasado llegó el momento de su modernización y fue imposible que los socios alcanzaran un acuerdo. Algunos países comenzaron a descolgarse, como España, que arguyó que el pacto era “decepcionante”. Ante…