La economía europea no va a salir con fuerza de la crisis energética. Lleva tiempo flirteando con caer en una recesión leve, aunque por ahora se ha quedado en el estancamiento. Y para los próximos años, no parece que el escenario vaya a cambiar radicalmente. Si se cumplen las previsiones de la Comisión Europea, mejorará algo, pero tampoco una barbaridad. El crecimiento que espera para este año en la zona euro y la UE es del 0,6%; del 1,2% para el que viene y del 1,6% al siguiente en el área monetaria.
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