No se podía buscar mejor escenario que el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona para escenificar la guerra abierta declarada entre las grandes compañías de telecomunicaciones, como Telefónica, Vodafone u Orange, y los gigantes de internet estadounidenses, como Google o Netflix, tras el anuncio de la Comisión Europea el jueves de que ha abierto una consulta pública para decidir si estas últimas deben cooperar en la financiación de las nuevas redes como el 5G o la fibra óptica.
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