La Comisión Europea se ha mostrado este martes en público muy cauta ante la crisis generada en España con la resolución del Tribunal Constitucional de inmovilizar la tramitación parlamentaria de la reforma judicial sobre su renovación aprobada en el Congreso y se ha limitado a instar a todas y cada una de las partes a “cumplir las reglas”, esto es, acatar las decisiones. “Esperamos que todas las autoridades y actores nacionales actúen de acuerdo a las normas y procedimientos establecidos a nivel nacional”, ha dicho el portavoz de la Comisión de Justicia, Christian Wigand. Fuentes comunitarias han remarcado, sin embargo, que existen estándares europeos para emprender reformas judiciales esenciales y que estos requieren preguntar a todas y cada una de las partes implicadas, desde los órganos de jueces a los fiscales, o, incluso a veces, a la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, antes de presentarlas a tramitación.
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