La Comisión Europea remata sus fórmulas para competir con E.U. y sus subsidios para impulsar la transición energética, que pueden tener como efecto colateral la fuga de empresas de la UE a EE UU para beneficiarse de las ayudas. Bruselas plantea relajar las reglas para que los Estados miembros tengan más margen y autonomía para repartir las ayudas de estado a la transición energética verde. La medida está destinada a acrecentar el gasto verde y la competitividad de las compañías de la UE, y forma parte de un gran plan que la presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, enviará a los países este miércoles y al que ha tenido acceso EL PAÍS.
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