España logró el respaldo de la Comisión Europea a su plan de ajuste in extremis. La reforma fiscal era una de las piedras angulares de este plan y la aprobación parlamentaria llegó hace pocos días. Y con ese requisito cumplido, Bruselas ha validado la senda de gasto española para los próximos siete años, es decir, con una prórroga de tres años adicionales sobre los cuatro que marca la norma general, según ha anunciado el propio Ejecutivo europeo este martes. No obstante, esto no es más que el comienzo del camino porque, como recuerda el vicepresidente de la Comisión y próximo comisario de Economía y Finanzas, Valdis Dombrovskis, “España se enfrenta a retos de sostenibilidad fiscal por su elevada ratio de deuda sobre el PIB y el actual déficit presupuestario”.
Seguir leyendo