Camarney, en Camarles (Tarragona), es el mayor centro de distribución de primates para investigación de Europa. PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) y Abolición Vivisección han enviado una carta a los responsables de la OMS (OMS) y la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA), para alertarles sobre la necesidad de “reforzar las medidas para la prevención y el control de patógenos zoonóticos de los primates destinados a experimentación, así como adoptar duras medidas contra este comercio internacional”.
Este llamamiento se produce a raíz de la reciente investigación difundida por el grupo español Abolición Vivisección sobre Camarney. El informe, sostenido en datos y documentación de las administraciones y en imágenes que no dejan sitio a dudas, muestra las “deplorables e inadecuadas medidas que el centro toma para prevenir la propagación de graves enfermedades de manera fácil transmisibles a humanos, como la tuberculosis”.
La carta enviada a la OMS y la OMSA advierte de la urgente necesidad de reforzar el Código Terrestre de la OMSA, encargado de asegurar y progresar la seguridad en el comercio internacional de animales.
La información publicada por Abolición Vivisección, explican en la carta, revela que los certificados de salud de algunos de los macacos aparecen borrados de la base de datos de Camarney y que el centro no registra las causas de muerte de los animales ni los resultados de las autopsias. En varias ocasiones, relatan, a los inspectores se les negó el acceso a las instalaciones por no disponer de pruebas actualizadas de tuberculosis de los primates y, conforme reflejan las inspecciones, las malas condiciones de algunas jaulas suponen el peligro de que los simios puedan lesionarse o escapar.
El informe empieza relatando que, en mil novecientos noventa y nueve, el por entonces llamado Centre de Recherches…