Las familias de la escuela del Bosc de Rubí (Barcelona) llevan desde 2010 esperando que los barracones con los que comenzó a funcionar el centro se conviertan en edificios de verdad. Situado en un municipio de 80.000 habitantes de lo que antes era el cinturón industrial de Barcelona, el colegio recibió la promesa de la Generalitat de que la obra definitiva comenzaría en 2011. Pero 13 años más tarde los barracones siguen allí. Desde entonces, en Cataluña se han convocado cinco elecciones —todas ellas de forma anticipada— y hasta cinco presidentes y seis consejeros de tres partidos diferentes se han ocupado de la cartera de Educación. La última promesa por parte de la Generalitat llegó hace justo un año en forma de nuevo calendario: la escuela estará terminada en 2026. Pero entre la promesa y la licitación de las obras se han colado unas nuevas elecciones, también anticipadas y, quién sabe, si otro cambio de gobierno.
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