China lleva años recortando terreno a EEUU. La economía del ‘gigante asiático’ tiene un peso cada vez mayor en el PIB global (China representa una mayor porción de todo lo que se produce en el mundo todos los años), no solo por la vasta cantidad de bienes y servicios que exporta, sino que también por todo lo que consume su propio mercado interno. China ya no solo fabrica para vender, también fabrica para el ‘disfrute’ de una población que de año en año disfruta de unos estándares de vida más elevados. Esta tendencia, si bien pierda impulso, parece conducir a un solo destino: sea dentro de cinco, diez, quince o veinte años, el PIB nominal de China superará al de Estados Unidos. Al cierre de los datos de dos mil veintiuno, Beijing ha vuelto a recortar un buen ‘cacho’ a la economía americana.
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