“EEUU no está listo para defenderse o competir en la era de la Inteligencia Artificial”. Esta lectura fue la enorme conclusión lanzada por Eric Schmidt, ex CEO de Google, en el informe de la llamada Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial (NSCAI), con el propósito de suministrar al Congreso americano y a la Casa Blanca recomendaciones dirigidas a conservar la hegemonía tecnológica estadounidense.
Las pesquisas del equipo de Schmidt brotaron de un lustroso abanico de especialistas. En sus algo más de tres años de vida de esta comisión, convivieron los ex secretarios de Defensa como Ash Carter o William Perry con consejeros delegados de compañías como Andy Jassy (Servicios Web de Amazon), Safra Catz (Oracle) o Chris Darby (In-Q-Tel) y un extenso elenco de académicos. Todos refrendaron que “China había emergido como potencia tecnológica a un ritmo inusitado”.
Schmidt prosigue tirando del hilo y recetando pastillas indigestas para que su país restituya el “esplendor perdido”, según aduce. “América ha sido tecnológicamente dominante desde hace tanto que los inquilinos del Despacho Oval piensan que el país está a resguardo”. No obstante, “esta…