Se ha cumplido el guion. La socialista María Chivite no ha conseguido tras la larga sesión parlamentaria de este lunes la mayor parte absoluta para ser ungida por segunda vez como presidente de Navarra. Merced a la abstención de EH Bildu, el tripartito de PSN, Geroa Bai (Socialverdes y PNV) y Contigo/Zurekin (Podemos, IU, Batzarre y otros) ha conseguido más votos que el bloque de la derecha (UPN, PP y Vox), veintiuno a 20. Mas en la primera votación se exige una mayoría absoluta. Chivite deberá esperar 24 horas, como dicta el reglamento del Parlamento navarro, para lograr su propósito. Ya está convocada una nueva votación para la tarde del uno de los festivos más festivos del año, el 15 de agosto.
Los tres grupos del flanco derecho del graderío han coincidido en el argumentario de que Chivite será rehén de la alianza abertzale -“los escaños de EH Bildu están manchados de sangre”- y en la presunta debilidad parlamentaria de un Ejecutivo en minoría. Al contrario, los socialistas han ironizado que Javier Esparza, el líder de UPN, ha ganado 3 veces las elecciones pero que ha sido incapaz de articular mayorías estables al tiempo que la primera legislatura.
EH Bildu, que se ha atribuido la maternidad del nuevo Ejecutivo por la influencia de su abstención en la segunda votación, ha pedido a Chivite una nueva relación. La coalición, ahora dirigida por Laura Aznal, asume la “responsabilidad” de frenar al bloque de las derechas si está en su mano, mas insisten en que en la segunda legislatura deben buscar una fórmula de cooperación más estrecha. Geroa Bai y Contigo/Zurekin, los asociados del PSN, han apelado de manera expresa a…
