El espíritu navideño es real, al menos, en lo que a economía se refiere. Así lo atestigua la forma en la que consumimos en estas fechas. No solo cambian los hábitos de compra, sino que existe una generalizada mayor facilidad para gastar. Una confluencia de factores explica por qué en Navidad nos comportamos de forma diferente no solo a nivel personal, sino como compradores. El conocer el porqué ocurre puede servir para gestionar mejor unas fechas en las que, según prevé Deloitte, cada hogar español gastará este año de media 634 euros más de lo que desembolsa de forma habitual.
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