LIVERPOOL (REINO UNIDO), 11 (del mandado de EUROPA PRESS, Luis Fuster)
Albania, Chipre, Estonia, Bélgica, Austria, Lituania, Polonia, Australia, Armenia y Eslovenia son los últimos diez países que han conseguido el pase a la final de Eurovisión en la segunda semifinal que se ha festejado este jueves en Liverpool y en la que España ha podido votar.
Con ellos se completa la Gran Final de Eurovisión dos mil veintitres, que se celebrará este sábado a las veintiuno y se emitirá en La 1 de TVE. Blanca Paloma actuará en la primera parte de la final, en una situación que se va a conocer esta noche. Quien no actuará en esta final serán Dinamarca, Rumanía, Georgia, San Marino, Islandia y Grecia, que se han quedado fuera.
Dinamarca ha sido el primer país en competición con el feroés Reiley. El joven es el primer participante de las Islas Feroe que logra representar en Dinamarca y ha traído una escenografía en rosas y verdes pastel para su “Breaking My Heart”, que completaba con una “casa” que gira.
Armenia presenta una actuación cinematográfica que juega con las proyecciones y la iluminación sobre la plataforma trapezoidal en la que se sitúa Brunette, su cantante. Con una estética inspirada en las estatuas de la Madre Armenia y con un “dance break” en medio de la actuación, la armenia le canta a su “Future Lover”.
En tercera situación ha salido Rumanía, con el joven de dieciocho años Theodor Andrei y su “D. G. T. (On and Off)”. La canción es la historia de una relación tóxico en la que Theodor cuenta como su amante “juega con él entre sus ‘degete’ (dedos)”. Proyecciones en la pantalla de él y su novia vestidos de blanco completan la actuación.
Por Estonia canta Alika, una joven de 20 años que empieza la actuación al piano. Al levantarse, el instrumento continúa marchando solo, mientras la cantante interpreta su balada “Bridges”, que viene con la firma de Wouter Hardy, compositor de la canción ganadora de Eurovisión dos mil diecinueve “Arcade”.
Bélgica trae un himno a la aceptación y al término de la “familia escogida” de la comunidad LGTBI con “Because of You”, interpretada por Gustaph. Vestido con un sombrero gigante y vestido en rosa y blanco, el belga aparece en escena con 3 coristas y un bailarín de vogue, que terminan sacando abanicos rosas.
Chipre presenta al grecoaustraliano Andrew Lambrou, que interpreta “Break a Broken Heart”, una balada con aires de R’n’B en inglés rodeado por los cuatro elementos en el escenario. Lambrou sale solo y descalzo al palco del M&S Bank Arena, en una actuación llena de fuego.
La islandesa Diljá llena de energía el escenario para interpretar “Power”, un tema de pop sintético en inglés. Saltos, zapatetas y una coreografía muy potente son la escenificación, que acompaña con unos gráficos de flores y plantas.
Por Grecia llega el benjamín de la edición, Victor Vernicos. Con apenas dieciseis años, este cantante greco-danés interpreta “What They Say” en una puesta en escena en que le vemos a él mismo en pantalla. La escenografía griega juega en la pantalla con la letra en inglés de la canción y las letras del abecé heleno, al substituir “aes” por “alfas”, por servirnos de un ejemplo.
Polonia se abona al más es más con una escenificación en la que hay más de doce efectos singulares. Ojo de pez, fuego, gráficos, desenfoque de cámara, una vocalista virtual en la pantalla… todo para acompañar a Blanka, que canta “Solo” junto a 4 bailarines.
Los eslovenos Joker Out eran unos de los grandes favoritos para llevarse la semifinal. Esta banda de pop-rock de estilo indie que hace apenas unas semanas ha publicado una canción con Elvis Costello sale a escena valiéndose de carisma y miradas a cámara para interpretar “Carpe Diem” en su idioma materno.
Desde Georgia llega Iru, ganadora de Eurovisión Junior en dos mil once, para procurar convalidar esta proeza en el festival adulto. Lo hace con “Echo”, una canción épica en inglés que acompaña con una escenografía centrada en un cuidado trabajo de realización e iluminación. El viento y dos capas blancas hacen el resto.
San Marino ha buscado la clasificación con Piqued Jacks, un conjunto italiano que ganó la poblada preselección sanmarinesa, a la que se presentaron ciento seis cantantes. Entre ellas, la participante de Operación Triunfo dos mil uno Verónica Romero. La banda indie interpeta su “Like an Animal” en inglés.
Desde Albania llega la familia Kelmendi con una de las propuestas más étnicas de la edición. Estos seis vocalistas kosovares se llevaron el histórico Festivali i Këngës de Albania merced al televoto y su canción sobre las familias rotas “Duje”.
La lituana Monika Linkyte vuelve a Eurovisión 8 años más tarde, tras participar a dúo con Vaidas Baumila en dos mil quince. En la búsqueda de progresar su puesto dieciocho de aquel año, ha traído la balada “Stay”, con un coro gospel detrás que repite una suerte de mantra en lituano: “Ciuto Tuto”.
El colofón a la semifinal lo han puesto los australianos Voyager con su canción “Promise”, para la que se han acompañado de un vehículo en el escenario, donde comienza el vocalista. La banda de rock llevaba procurando representar a su país desde 2020 y han sido los primeros australianos del oeste del país en lograr ir al festival.