Los conservadores, la oposición alemana a escala federal, han mantenido el primer puesto en los estados clave de Hesse y Baviera, en unas elecciones que han puesto de manifiesto el descontento con el Gobierno de centro-izquierda de Olaf Scholz, en medio de la preocupación por la desaceleración económica y los discursos derechistas anti migración.
Los resultados en estos estados, que suman cerca de un quinto de la población alemana, podrían aumentar las tensiones en la bastante difícil alianza federal del canciller, formada por los socialdemócratas (SPD), los Verdes y los liberales (FDP).
Desde que aceptó el cargo a fines de 2021, la alianza se ha visto devastada por luchas internas y acusaciones de liderazgo enclenque por la parte de Scholz, en la mitad de las numerosas crisis a las que se enfrenta la mayor economía de Europa, desde la guerra de Ucrania hasta la transición ecológica.
En Hesse, sede de la capital financiera, Fráncfort, los conservadores democristianos (CDU) obtendrían el 35,5 por ciento de los votos para las legislativas del Estado federado, frente al dieciseis por ciento del SPD, conforme un sondeo a pie de urna de la cadena estatal ARD, lo que probablemente les permitiría gobernar una legislatura más.
El resultado asestó un duro golpe personal a la ministra del Interior, Nancy Faeser, que se había presentado como candidata del SPD, mas cuya campaña se vio salpicada por las críticas al aumento de la migración irregular.
El partido hermano de la CDU, la Unión Socialcristiana (CSU), que gobierna Baviera desde mil novecientos cincuenta y siete, obtendría el 37 por ciento de los votos en ese estado, su peor resultado desde 1950, si bien solo un ligero descenso con respecto a 2018. Por ello, se espera que continúe su alianza con el partido populista Votantes Libres, con un…