Credit Suisse pasa de las palabras a los hechos para frenar la sangría que amenaza con hacer caer al banco, atrapado en su instante más frágil desde su fundación en 1856. En un comunicado remitido este jueves, la entidad ha anunciado que va a tomar prestados hasta 50.000 millones de francos suizos —una cantidad similar en euros— del Banco Nacional de Suiza “para robustecer de forma precautoria su liquidez”, un modo de adelantarse y crear un cortafuegos que le resguarde caso de que aumenten las retiradas de depósitos en la mitad de las dudas sobre su solvencia. La entidad toma aire en la Bolsa y sus títulos rebotan cerca de un 30 por cien en el comienzo de la sesión.
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