Cristina Aleixendri (Barcelona, 31 años), practicando una humildad tan femenina que raya el síndrome del farsante, dice que en su empresa, Bound4blue, ella es “bombera torera”. Con esa expresión jocosa, esta ingeniera aeronáutica, se refiere a que aparte de ser una de las inventoras de un sistema de propulsión sustentable para cargueros que comercializa misma, levanta financiación, cierra acuerdos con inversores, justifica subvenciones públicas, representa a su compañía ante organismos públicos y privados, hace tareas de marketing y habla con la prensa, que esta vez se interesa por ella pues acaba de percibir el Premio Talgo a la excelencia profesional de la mujer en la ingeniería: “Estos premios ofrecen referentes a las niñas para que no piensen que un ingeniero es un mecánico cubierto de grasa. Eso me pasaba a mí de pequeña, cuando deseaba estudiar medicina”
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