Emmanuel Macron es un líder que suele buscar la máxima presencia mediática, en todas las situaciones, una estrategia que no siempre y en toda circunstancia le da buenos resultados. Sus dos viajes seguidos a Qatar, en menos de 5 días, para asistir a la semifinal y a la final del Mundial, han generado críticas por el coste económico y medioambiental, como por la actitud demasiado protagonista del presidente francés, sobre todo con sus insistentes gestos de consuelo a Kylian Mbappé pese a la evidente incomodidad del delantero.
in Actualidad