En la prensa económica germana andan preguntándose –y probablemente sea de modo retórico– si Alemania no ha vuelto a transformarse en “el enfermo de Europa”. La expresión alude a la peor racha económica reciente sufrida en el país del canciller Olaf Scholz a fines del pasado siglo, en tiempos de Gerhard Schröder. Entonces, la economía estaba en recesión y un reencuentro con el desarrollo no era nada evidente. Es lo mismo que pasa ahora.
De ahí que haya vuelto, al menos entre interrogantes, esa idea de que la economía alemana está “enferma”. “¿Alemania es nuevamente el enfermo de Europa”, se han preguntado en las páginas económicas del diario Die Welt. Asimismo lo han hecho en la revista económica Manager Magazin e inclusive en el servicio exterior germano de radiotelevisión que es la Deutsche Welle. En el primordial partido de la oposición, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), para meter presión al ejecutivo tripartito que lidera Scholz, no se lo preguntan. Lo afirman. Carsten Linnemann, secretario general de los democristianos, lo apuntaba tal cual: “Alemania es de nuevo el enfermo de Europa”.
Cierto es que las últimas previsiones sobre crecimiento económico para este…