Los cachalotes tienen los cerebros más grandes del reino animal y un sofisticado comportamiento social en el que los miembros de familias y grupos culturales intercambian una serie de clics para comunicarse y localizar a sus presas. Hasta ahora se había demostrado que algunos de estos clics comunicaban su identidad, como si cada uno tuviera un nombre propio, pero el hallazgo del equipo de Pratyusha Sharma va mucho más allá: la inteligencia artificial les ha permitido demostrar que las vocalizaciones de estos animales son más complejas de lo que se pensaba y contienen estructuras similares a la fonética humana.
Para el trabajo publicado este martes en la revista Nature Communications, Sharma y su equipo del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT y el Proyecto CETI (Iniciativa de Traducción de Cetáceos) han analizado las vocalizaciones de unos 60 cetáceos que viven en grupos en el Caribe Oriental mediante sistemas de aprendizaje automático. Los autores afirman haber decodificado por primera vez lo que llaman el “alfabeto fonético del cachalote”, que permite empezar a descifrar sus comunicaciones, aunque todavía se desconocen sus contenidos.
“Las breves ráfagas de clics que estos cetáceos utilizan para comunicarse entre sí tienen tanto una estructura combinatoria como una modulación de llamada dependiente del contexto”, explica Sharma a elDiario.es. “Los sistemas de vocalización combinatoria son raros y su presencia indica que, en principio, la especie es capaz de representar un espacio más amplio de mensajes”.
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