Las lluvias de las últimas semanas han aliviado en parte la angustia hídrica en algunas zonas del país, sobre todo, en el oeste de la Península. Sin embargo, la situación es todavía realmente mala en el área mediterránea. Buena parte de España padece cíclicamente periodos de sequía, que han hecho que el país se haya ido preparando para contar con reservas y fuentes alternativas. Pero a lo que apuntan los análisis de los expertos que maneja el Gobierno para abordar la planificación hidrológica, que se hace a varios años vista, es a una situación cada vez peor debido al cambio climático. Los pronósticos, advierte el Ministerio para la Transición Ecológica en su planificación, señalan que habrá una “reducción de la disponibilidad de agua” en el futuro, además de una “mayor frecuencia e intensidad de fenómenos hidrometeorológicos extremos como las sequías e inundaciones”.
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