Son las dos administraciones de lotería más famosas de España y, probablemente, también las que más venden para el Sorteo de Navidad. Una espiral que se retroalimenta con el reparto de premios, aunque prefieren decir que eso responde a que tienen “suerte”. Ese, al fin y al postre, es su negocio. Y uno bien rentable a tenor de las últimas cuentas anuales, relativas al ejercicio pasado, presentadas por las dos empresas frente al registro mercantil. La facturación es millonaria en ambos casos, pero no tanto como ciertos creen.
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