La asamblea de este martes entre los grupos de la mayoría de investidura para desbloquear la ley de vivienda no comenzó bien. El líder de esta negociación por la parte del Partido Socialista Obrero Español, David Lucas, ahora secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (el número dos de ese ministerio) tras la reorganización por el fiasco de los trenes que no cabían por los túneles en Asturias y Cantabria, eligió poner el foco primero en lo que sabía que suponía inconvenientes. En las últimas citas, la negociación había caminado hacia un punto que parecía servir para todos: fijar por ley un límite máximo de incremento del 3 por cien de todos y cada uno de los alquileres en las llamadas “zonas tensionadas”, aquellas donde más suben los precios.
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