Hay mañanas sorprendentes. Los franceses el otro día ―a través de la biblia deportiva del diario L´Equipe― se quejaron de que el primer gol de Messi en la final del Mundial era ilegal. Resulta que los futbolistas argentinos que estaban en el banquillo entraron al campo a celebrarlo antes de tiempo, y eso está prohibidísimo. Tanto, que han abierto una queja formal en una plataforma de recogidas de firmas en Internet pidiendo ―ojo aquí― la repetición del partido. Bien. En solo unas horas recogieron 300.000 estampas. Pero ―ay, La Marsellesa― los argentinos se han enterado de semejante recolecta de autógrafos y uno de ellos ha abierto otra petición, pero un poco más directa: “Francia, dejá de llorar”. Ya llevan 700.000 firmas. Andá pallá, Macron.
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