Las divisiones internas del Partido Republicano representadas este martes han impedido la elección del sucesor de la demócrata Nancy Pelosi como presidente de la Cámara de Representantes de E.U. pese a ostentar la mayor parte parlamentaria suficiente para hacerlo.
Por primera vez en 100 años, la Cámara Baja ha sido incapaz de nombrar a su nuevo presidente en una sola votación. El líder de la bancada republicana, el californiano Kevin McCarthy, intentó erigirse con el cargo hasta en tres ocasiones, mas en todas y cada una fracasó por una rebelión del ala dura de su propio partido.
Exhaustos tras horas de debates, los congresistas acordaron postergar hasta mañana, miércoles, la votación para seleccionar al que liderará la cámara en la ciento dieciocho legislatura, que no puede echar a andar hasta que alguien acepte el puesto vacante.
El origen de esta situación de bloqueo está en las elecciones de medio orden del pasado ocho de noviembre en las que se renovó el Congreso.
Aunque los republicanos arrebataron a los demócratas la mayor parte de la Cámara Baja y podrán complicarle las cosas al presidente Joe Biden en sus últimos dos años de mandato, la victoria conservadora fue ajustada y lejos de la “ola roja” que habían augurado muchos medios. Además de esto, los demócratas no solo consiguieron retener la mayor parte en el Senado, sino que ampliaron su control con un nuevo escaño.
Los republicanos más moderados culpan de este deficiente desempeño electoral al papel protagonista que conserva en el partido el expresidente Donald Trump (2017-2021), que puso a múltiples candidatos extremistas que terminaron perdiendo.
Mientras, el ala dura responsabiliza a la campaña diseñada por McCarthy, quien lidera el partido en la Cámara Baja…