Hacía años que el euríbor no acaparaba tantos titulares. La culpa la tiene este indicador, el más empleado en su referencia a doce meses para calcular el coste de las hipotecas variables en España, que ha protagonizado desde el pasado enero la subida más áspera en sus veintitres años de historia. Y también la tercera (de momento) más larga. Como resultado, millones de prestatarios han visto encarecerse las letras de sus préstamos hasta niveles que parecían imposibles el pasado diciembre. Entonces, el euríbor rozaba su suelo histórico bajo el medio punto negativo. Este diciembre, a falta de que se publique el último dato, lo acabará en el entorno del tres por ciento , una barrera que superó este jueves por vez primera desde 2008. La escalada, por tanto, no cesa: las hipotecas que se examinan con la referencia del último mes del año se encarecerán un 44,3 por cien . Para un préstamo medio (137.921 euros en dos mil veintiuno, a abonar en veinticuatro años, conforme el INE) que contenga un diferencial de un punto, eso se traduce en pagar doscientos veinticinco euros más al mes o 2.700 euros más al año.
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