El Banco de España ha revisado muy tenuemente al alza su previsión de desarrollo para la economía de España de este año, en una décima hasta el cuatro con seis por cien , por un comportamiento un tanto mejor de lo previsto en los últimos meses. Y recorta muy ligeramente, en una décima hasta el uno con tres por ciento , el de 2023 debido a un agravamiento de la demanda externa que se vería compensada por los mejores datos de finales de 2022 y la prórroga de las medidas del Gobierno contra la inflación. Conforme las proyecciones del organismo publicadas este martes, la ralentización de la economía que ya se registró en el tercer trimestre se sostendrá durante el cuarto. Si entre julio y septiembre el PIB solo avanzó un 0,2 por ciento conforme el INE, entre octubre y diciembre apenas sumará un 0,1 por cien en un contexto de relativa debilidad del consumo. En el primer trimestre del año próximo prevé otro irrelevante repunte del 0,1 por ciento . Y desde marzo empezará a dibujarse un cierto rebote conforme poco a poco se alivien las presiones inflacionistas, se recobren los mercados exteriores y se desplieguen los fondos europeos. Esto es, el supervisor espera que si no brota un nuevo shock la economía española evite la llamada recesión técnica en su ejercicio de proyecciones. Sobre todo después de la evolución más conveniente observada en los precios de la energía. Si bien debido a la elevada inseguridad, no descarta ningún escenario.
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