El Banco de Inglaterra (BoE, en sus siglas en inglés) ha decidido aumentar en medio punto los tipos de interés y situar en el 4% el precio del dinero. Sin embargo, la autoridad monetaria británica, que llegó a sugerir el año pasado que la presión de la inflación llevaría en 2023 los tipos a cifras superiores incluso al 4,5%, parece replegar ahora velas, e indica que probablemente con la decisión de esta semana se haya llegado al pico de las futuras subidas.
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