Jaime Echegoyen (Madrid, sesenta y cinco años), era un banquero atípico. Tenía una experiencia internacional y gran conocimiento de los mercados y de la banca comercial. No era partidario de continuar en donde no se sentía valorado ni con la suficiente libertad de movimientos. Quizás por eso, y pues su carrera estuvo llena de sobresaltos, este directivo -que ha fallecido tras sufrir un cáncer-, se movió de entidad más que otros muchos compañeros de oficio.
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