El Banco Central Europeo ha subido este jueves los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el cuatro,5 por cien —y la sencillez de depósito al cuatro por cien —, su nivel más alto desde 2001. Los mediocres datos de crecimiento de la zona euro no han aplacado a la corporación con sede en Fráncfort, que con su resolución de acrecentar el costo del dinero por décimo mes sucesivo, la mayor ráfaga desde la creación de la moneda única, lanza un mensaje contundente de lucha contra la inflación, pero a la vez da alas al debate sobre si no se va a estar pasando de frenada e imitando errores pasados que entonces llevaron bastante tiempo y dolor corregir. La elección no ha sido unánime. La presidente del BCE, Christine Lagarde, ha reconocido que algunos gobernantes se han opuesto a subir tipos, y hubiesen preferido hacer una pausa ya, aunque afirma que la medida ha sido apoyada “por una mayoría sólida”.
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