El coste de financiación de los Gobiernos de la zona euro será irremediablemente más costoso en 2023. El BCE está resuelto a continuar subiendo los modelos –en cuando menos 1,25 puntos más según espera el mercado–, va a ir dejando de reinvertir la deuda en cómputo que le vence –con lo que comprará menos deuda pública– y, además de esto, se prevé un aumento de las emisiones soberanas –no tanto de la emisión neta– ante las necesidades de gasto público por la inflación y la crisis energética, como ya se ha visto este año. Un escenario en suma que va propiciar incrementos de las primas de peligro y la mayor demanda de rentabilidad por la parte del inversor privado, que tendrá que tomar el relevo del BCE en la financiación soberana.
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El papel de las emisiones de la UE
Ayuda. La inyección de los fondos europeos Next Generation está dejando contener el aumento de endeudamiento de los países del euro. Si bien las necesidades de financiación sean superiores, esa inyección de recursos deja contener la emisión neta de deuda. En el primer semestre de 2023, la Comisión Europea prevé emitir bonos por ochenta millones de euros. En Citi, calculan que la emisión del conjunto del año ronde los 165.000 millones de euros.