Una nube gigante de polvo del Sahara alcanza España empujada por el calor extremo. La intrusión va a llevar la concentración de partículas en el aire sobre el nivel legal de seguridad, según ha alertado el Servicio europeo de Observación por Satélite Copernicus.
La llegada de este polvo coincide con la ola de calor que está atravesando la península ibérica ya que “ambos fenómenos están influidos por la masa de aire caliente que procede desde el Sahara”, explica Copernicus.
La cuestión es que la nube de polvo impacta en la calidad del aire “sobre todo en España” donde se espera que el pico se genere este martes, dice el Servicio. “En las zonas más afectadas se prevé que se supere el umbral de seguridad para la exposición media diaria a micropartículas PM10 establecida por la normativa europea”, advierte el Servicio. Ese límite está trazado en 50 microgramos por metro cúbico de aire.
Se trata de una intrusión intensa en el este peninsular y Baleares”, afirma el meteorólogo de la AEMET Rubén del Campo. “La población va a poder percibir ese polvo en suspensión por los cielos turbios que provoca”. La calima está compuesta por “partículas sólidas extremadamente pequeñas, invisibles al ojo humano”, apuntan en la Agencia Estatal de Meteorología. Cuando son lo suficientemente numerosas pueden “darle al cielo una apariencia opalescente”.
En todo caso, las partículas son inhalables y penetran hasta los pulmones. Irritan las vías respiratorias y los ojos. En un corto plazo se asocian al agravamiento de enfermedades respiratorias como el asma o capítulos agudos de obstrucción pulmonar. A largo plazo, si bien sus daños específicos no están tan claros, se asocian a una mayor mortalidad por inconvenientes respiratorios y el cáncer de pulmón.
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