Las sicav han sido uno de los vehículos de gestión de grandes fortunas más polémicos en España. Estas sociedades de inversión, que se favorecían de un impuesto de sociedades del 1 por ciento , han llegado a gestionar miles y miles de millones de euros, asociados primordialmente a elevados patrimonios. Una ley contra el fraude fiscal, aprobada en dos mil veintiuno, estrechaba el cerco sobre el uso de esta herramienta societaria y ha provocado una huida cara otros modelos de inversión. Esto ha tenido un impacto también en los Presupuestos Generales del Estado, que prevén para este año que este beneficio fiscal se reduzca en más de cuatrocientos cuarenta millones de euros.
La ley antifraude de 2021, uno de los compromisos de España con Bruselas para percibir fondos europeos, contemplaba limitar las posibilidades de crear una sicav. Hasta la fecha, la ley permitía crear este vehículo cuando había cuando menos cien accionistas. En la práctica, sin embargo, era un gran patrimonio el que formalizaba esta sociedad, con fuertes beneficios fiscales, con decenas y decenas de inversores ficticios que completaban la demanda legal. Eran los conocidos como ‘mariachis’. La nueva…
